10 June, 2013

Prevenir contra las drogas desde la infancia

Varios jóvenes se sirven whisky en un botellón en Madrid. | EL MUNDO

Varios jóvenes se sirven whisky en un botellón en Madrid.

  • El alcohol es la droga que más consumen los jóvenes entre 14 y 18 años
  • La familia es uno de los principales factores de protección y de prevención
  • La autoestima y un vínculo afectivo fuerte le ayudarán a decir 'no'

Si su hijo está cerca de cumplir los 14 años quizás cuando cierre la puerta de su casa para salir por primera vez de noche entre a engrosar la lista de menores que comienzan a beber alcohol. O quizás no.

La edad media en que los menores dan su primer trago se sitúa en los13,7 años, según la última encuesta estatal sobre el uso de drogasrealizada en 2010 a estudiantes de 14 a 18 años (Estudes) del Plan Nacional sobre Drogas. Al margen de algunos datos como el aumento del número de los que se declaran abstemios (tres de cada diez), el resto de cifras no resultan demasiado tranquilizadoras para padres con hijos adolescentes: el 75% de los menores había consumido alcohol alguna vez, el 73,6% en los últimos 12 meses, el 63% en los últimos 30 días y casi seis de cada diez estudiantes en esa franja de edad admitieron haberse emborrachado alguna vez.

El alcohol es, con diferencia, la droga que más consume habitualmente este tramo de la población, por delante del tabaco (26,2%) y el cannabis (17,2%). Y, según advierte la FAD, los niveles de consumo abusivos han crecido un 30% desde 2006. Ante esta realidad, la prevención se erige como la única herramienta para invertir esta tendencia. ¿Pueden evitar los padres que sus hijos consuman? Sí, pero la labor debe comenzar antes, mucho antes de que ellos afronten esa etapa previa a la madurez y de que se produzcan los primeros coqueteos con sustancias peligrosas.

"Lo más importante es que eduque a sus hijos desde pequeños en el manejo de la realidad para que la realidad no les maneje a ellos"
Ignació Calderón, director de la FAD.

Esta semana el Gobierno ha puesto sobre la mesa un plan para sancionar a los progenitores o tutores cuyos hijos ingresen repetidamente en Urgencias por haber sufrido un coma etílico causado por el consumo de alcohol y se detecte, en consecuencia, un posible caso de negligencia. Desde las asociaciones de padres lacontestación ha sido prácticamente unánime: en lugar de multas, educación.

"No hay que esperar a que aparezca el problema. Nos llaman muchísimos padres y madres cuando sus hijos dicen con 15 años: 'Papá esta noche voy a salir'. Entonces se les ponen los pelos como escarpias y dicen '¡tenemos que hacer algo!'", explica el director general de la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón. "Me preguntan habitualmente cuando se enfrentan a esas situaciones: '¿qué podemos hacer?'. Y yo les digo: 'primero, dígame qué han hecho hasta ahora'. 'Pues lo normal', responden. '¿Lo normal?', repito. Pues dígale al salir 'ten cuidado' y crucemos los dedos".

"Estamos en una sociedad a la que le encantan las soluciones mágicas. Ningún problema importante se soluciona así y los relativos a la prevención del consumo de drogas mucho menos. Su hijo se va a enfrentar a una realidad distinta, difícil de manejar en una edad difícil como es la adolescencia, con una presión de grupo de iguales y con una presencia de drogas por todos los lados que parecen en muchos casos imprescindibles en fin de semana de diversión salvaje", advierte. "Lo más importante es que eduque a sus hijos desde pequeños en el manejo de la realidad para que la realidad no les maneje a ellos. El consejo de las FAD es infórmate, fórmate y actúa". Y desde la primera infancia.

'¿Máma, qué son las drogas'?

"¿Quién ha hablado con sus hijos sobre drogas?". El silencio se impone en el aula de este centro escolar madrileño en unos primeros segundos hasta que dos madres se deciden a intervenir casi simultáneamente: "Alguna vez", "Sí, a raíz de este curso mi hija de nueve años me preguntó qué eran".

La pequeña observaba con curiosidad el libro que su madre llevaba bajo el brazo y quería saber por qué se sentaba todos los martes durante dos horas junto a otros padres de sus compañeros de Primaria en un aula del colegio. "Pues son sustancias peligrosas para el organismo que cuando las pruebas pueden causar adicción, es decir, que cuesta mucho dejarlas, como le pasa a papá con el tabaco", responde.

Llevaba la lección aprendida. Su explicación es una 'traducción' adaptada de la definición que aparece en la guía del Programa de Prevención Familiar de la Agencia Antidroga que desarrolla la Comunidad de Madrid desde 2000 para ofrecer a los padres de niños entre tres y 16 años estrategias que les ayuden a abordar un asunto como éste. Para prevenir el consumo de drogas en la adolescencia, hay que reflexionar antes sobre ellas.

El libro ofrece información detallada y objetiva sobre los tipos de sustancias adictivas, sus efectos o patrones de consumo; recursos para mejorar sus habilidades educativas [establecimiento de normas y límites, supervisión...] y de comunicación [capacidad de escucha, de negociación y empatía]. Los cursos ayudan a que los progenitores "tomen conciencia del poder que tienen" y de la "influencia que pueden ejercer sobre sus hijos" para ayudarles a enfrentarse con paso firme a la vida en general y a las drogas en particular, explica Álvaro A., que imparte desde hace cinco años estos cursos en Madrid.

"Los jóvenes tienen información sobre drogas pero no tanta como pensamos. Necesitan que se les guíe."
Álvaro A. imparte cursos de prevención de drogas en Madrid.

En los talleres, que se desarrollan en seis sesiones de dos horas, se abre un espacio a la reflexión "sobre asuntos en los que los padres no se paran habitualmente a pensar" y se realizan ejercicios prácticos para reforzar el vínculo.

La familia aparece como uno de los principales factores de protección y de prevención del consumo al convertirse en la vía indispensable para que el menor adquiera hábitos, actitudes y formas de vida saludables en sus primeros años de vida que les ayuden a decir 'no' a las drogas en la adolescencia.

"La adicción es siempre el resultado de numerosas variables que interactúan y que se relacionan con factores biológicos (características de la sustancia y el organismo), psicológicos (historia de aprendizaje, comportamiento, estilo cognitivo) y sociales (familia, valores sociales, grupo con el que se relaciona) de cada persona", señala en el texto la Agencia Antidroga de Madrid, que promueve los programas que trabajan simultáneamente con la familia, la escuela y la comunidad.

Los consumidores de hoy en día, apunta la FAD, son personas, algunas de ellas muy jóvenes, completamente integradas, que no sufren a corto plazo consecuencias médicas excesivamente graves, pero que pueden sufrir otra serie de consecuencias muy importantes como fracaso escolar, violencia juvenil, problemas de socialización o problemas familiares.

Factores de riesgo y de protección

Un menor que crece en un ambiente de seguridad afectivo, con modelos adecuados y una autoestima fuerte podrá manejar mejor la presión de grupo a la que deberá enfrentarse en la adolescencia y no realizar conductas inadecuadas. Frente a estos factores de protección, también se informa a los padres de otros de riesgo que pueden llevar al niño ainclinarse hacia comportamientos adictivos: que su hijo muestre una actitud favorable hacia el consumo de drogas; que tienda a buscar sensaciones nuevas o a desafiar normas; que necesite de la aprobación social; que sus padres fumen o beban en su presencia [entienden que es apropiado] o la baja supervisión familiar [ausencia de normas o de consecuencias]; fracaso escolar [afecta a la autoestima y puede buscar a otros como 'yo'] y la facilidad que tenga para conseguir las drogas.

"Muchos padres y madres consideran las drogas una amenaza para el futuro de sus hijos. Temen las graves consecuencias que podrían sufrir sus hijos si consumen cocaína, pastillas, 'porros' e ignoran que muchos de esos adolescentes ya han tenido sus primeros contactos en la preadolescencia con drogas como el alcohol y el tabaco", destacan en un cuestionario escrito Isabel Ramos roda y Gloria de Lucas Moreno, técnicos del servicio de prevención de la Agencia Antidroga de Madrid.

Álvaro A. forma a padres, pero también a jóvenes. Y en las aulas se encuentra con que tienen información sobre drogas "pero no tanta como pensamos. Oyen muchas cosas, pero no las tienen claras". A su edad "son más arriesgados, se encuentran bien físicamente, se recuperan bien y le dan menos importancia a algunas cosas negativas. Es importante hacer hincapié en efectos que sí son capaces de ver como los que afectan a sus relaciones con los demás, a cómo aprovechan su tiempo libre y cómo pierden ocasiones de hacer otras cosas. Y necesitan alguien que les guíe", subraya. Y ese lugar, en la mayoría de ocasiones, está reservado para los padres.

La Agencia Antidroga madrileña subraya que "la mayoría de los adolescentes no llega a tener problemas de abuso o adicción, pero existe un número cada vez más considerable que progresan a consumos abusivos de alcohol, tabaco u otras sustancias y en sus decisiones influyen actitudes y hábitos que se han ido formando desde la más tierna infancia. Por eso, cada vez más expertos y organismos públicos recomiendan anticipar la prevención del uso temprano de drogas", subraya.

"Para prevenir", concluye Ignacio Calderón, "hay que estar presente en sus vidas desde que nacen, supervisar sus estudios pero también el ocio, conocer a sus amigos, dedicarles tiempo. Educar en valores y acompañarles en el crecimiento. Hablar con ellos con frecuencia y hacer cosas conjuntas desde muy pequeños. Y eso va a llevar a que exista en la adolescencia una confianza y que te vean como alguien con el que se pueda hablar, al que no quieran defraudar. Y tú les tienes que dar los elementos para afrontar una realidad que se van a encontrar nos guste o no nos guste".

Recomendaciones que la Agencia Antidroga de Madrid para prevenir el consumo de alcohol y otras drogas:

- Establecer una relación cariñosa y de confianza con los hijos.
- Ser claro y firme sobre que no se deben consumir drogas.
- Ayudar a los hijos a resistir las presiones de los amigos a probar drogas.
- Conocer a los amigos y a sus padres.
- Saber lo que hacen sus hijos y los lugares a donde van.
- Supervisar las actividades de los hijos adolescentes.
- Hablar con los hijos de forma abierta y clara.
- Establecer normas familiares y consecuencias de su no cumplimiento.
- Dar un buen ejemplo no consumiendo alcohol y otras drogas.
- Ayudar a los hijos a tener amistades saludables y a realizar actividades divertidas como alternativas al consumo de drogas.
- Conocer las señales que advierte sobre un problema de consumo de drogas y actor con prontitud para conseguir la ayuda adecuada.
- Tener confianza en uno mismo como padre para evitar el consumo de drogas en los hijos.

Curso 'on line' de la FAD para padres y madres sobre cómo prevenir el consumo de drogas.

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/06/06/espana/1370500701.html

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