01 February, 2009

estrategia
Las redes sociales contra las drogas
El Gobierno utilizará espacios como Facebook, MySpace o Tuenti para prevenir la drogadicción ·· Moya apuesta por emplear recursos específicos para colectivos concretos, y subraya que el 83% de los jóvenes intercambia en Internet información sobre el consumo de estupefacientes
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ANA SALAMANCA/EFE • MADRID
La nueva Estrategia sobre Drogas se propone entrar en las redes sociales, como Facebook, MySpace o Tuenti, el medio más popular de intercambio de opinión y búsqueda de información entre los más jóvenes, y un espacio para abordar la prevención, desechar mitos y descubrir realidades asociadas al consumo.

"Hay que llegar a los más jóvenes, los más vulnerables, e Internet es un reto en el ámbito de la prevención en el que vamos a volcarnos", declara a Efe convencida Carmen Moya, delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

"Tenemos que estar allí donde una población clave comparte una información a la que da más credibilidad que a la opinión de un profesional sanitario", afirma Moya en este sentido.

Es una de las iniciativas que se pondrá en marcha este ejercicio, dentro de la Estrategia sobre Drogas aprobada por el Gobierno para los próximos ocho años, que marca las directrices políticas y líneas de actuación frente a la oferta -medidas policiales- y la demanda -prevención, tratamiento y reinserción-.

En definitiva: emplear recursos específicos para colectivos específicos. Aprovechar el potencial de Internet, por donde navega más del 90% de los menores de 24 años, y las redes sociales, que utilizan el 83% de los jóvenes, en algunos casos para hablar de drogas y alcohol, según indican los estudios.

Ellos son "los más vulnerables, biológica y psicológicamente, y con unos pronósticos más sombríos cuanto más temprana es la edad a la que se inicien en estas sustancias", explica.

Los planes han dado resultados, "pero no nos damos por satisfechos", concluye la delegada del Gobierno al respecto.

Las últimas encuestas estatales demuestran la ruptura, por primera vez desde 1994, de la tendencia al alza del consumo de drogas por menores de 18 años: descienden el alcohol, tabaco, cannabis, cocaína, heroína y drogas de síntesis. También entre los adultos, aunque la cocaína se resiste a caer y se mantiene estable respecto a 2003. Es "alentador", opina Moya, pero "no podemos bajar la guardia".

La cocaína, segunda droga ilegal más consumida, a bastante distancia del cannabis, y una de las más adictivas, encabezó las demandas de tratamiento de desintoxicación y también las urgencias hospitalarias en 2006, según revelan los últimos datos registrados por el Observatorio Español sobre Drogas, a los que ha tenido acceso Efe.

En total, 49.283 personas solicitaron ayuda para dejar las drogas (excluidos alcohol y tabaco). El 84,1 por ciento eran hombres, el 15,9%, mujeres.

La adicción a la cocaína motivó el 45,1% de las peticiones, frente al 38,2% de la heroína o el 10,7% del cannabis.

Los tratamientos por cocaína se han multiplicado por ocho durante la década entre 1996 y 2005, y se han multiplicado por cuatro los de cannabis.

Y se refleja en la asistencia sanitaria. Casi un 60% de las 7.042 urgencias hospitalarias atendidas en 2006 en relación con el consumo de drogas fueron por cocaína, por delante del al- cohol (mencionado en un 49,2 por ciento de las asistencias).

La bebida es, de todas, la sustancia más detectada en los accidentes de tráfico. Pero hay un dato alentador: ha descendido seis puntos la presencia de alcohol en sangre por encima de lo permitido entre los conductores fallecidos en accidente, un 28,8% en 2006, frente al 34,7 por ciento del año 2003.

UN PROBLEMA QUE NO SE VE Desde los 80 ha bajado la preocupación social

"Debemos ser receptores e impulsores de iniciativas que nos puedan ayudar a resolver el problema de las drogas", asevera la delegada del Gobierno.

El perfil del consumidor ha cambiado -explica- y ha disminuido la preocupación social. A finales de los 80, la droga, asociada a la delincuencia y la marginalidad por efecto de la heroína, era uno de los problemas más importantes percibidos por los ciudadanos. Hoy en día, sin embargo, no es así.

Los jóvenes se inician más pronto -13,5 años en el alcohol, 14,5 en cannabis y 17 en la cocaína-. Son personas integradas socialmente, en el ámbito académico, laboral..., y se trata de policonsumidores.

Las bebidas alcohólicas acompañan casi siempre al cannabis o la cocaína, y se vincula a la fiesta y los fines de semana, lo que entraña el riesgo de pensar: "yo controlo". "Un grave error", indica Carmen Moya.

Hay una "banalización", sobre todo entre los más jóvenes, que hay que cambiar. "Cualquier consumo es de riesgo", asegura. Y el problema, antes evidente por el deterioro físico, es ahora "más silencioso" .
LAS CLAVES Aún hay muchos mitos que romper

Hay muchos mitos relacionados con el consumo de drogas legales e ilegales -vinculados a la marcha, la desinhibición, el apetito sexual- que hay que romper, dice Carmen Moya. "La realidad tiene otras caras". No se han detectado cambios por la crisis. En todo caso -opina- la falta de recursos podría llevar al consumidor a tratarse.

El objetivo, retrasar la edad de inicio

Los objetivos de la Estrategia sobre Drogas se dirigen a reducir el consumo, retrasar la edad de inicio, garantizar una asistencia de calidad, promover la conciencia social frente a estas situaciones, y tener la investigación como elemento clave. La eficacia de los planes que se desarrollan en el marco de la estrategia se evaluará cada cuatro años.

A tener en cuenta el enfoque de género

No hay que olvidar, subraya Carmen Moya, el enfoque de género a la hora de asumir responsabilidades. Las mujeres son consumidoras en menor proporción que los hombres, pero se están produciendo incorporaciones más numerosas, sobre todo en tabaco y alcohol, "y con unas peculiaridades que hay que tener presentes" .
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Un cigarrillo en la adolescencia puede conducir a la depresión en la vida adulta

EUROPA PRESS. 31.01.2009 - 16:36h
Ampliar fotoLa nicotina del tabaco está asociada a problemas de salud como las depresiones o el síndrome de muerte súbita infantil. Un estudio con roedores concluye que la nicotina consumida en la adolescencia tiene efectos neurobiológicos a largo plazo.Las consecuencias son similares a las de una depresión, e incluyen bruscos cambios de humor.
Los efectos pueden producirse aunque el consumo sea esporádico.Minuteca todo sobre: Adolescencia, Depresión, Tabaco
Los adolescentes que fuman pueden estar trazando su camino hacia una depresión en la etapa adulta de su vida, según un estudio de la Florida State University dirigido por el profesor de Psicología Carlos Bolaños, que determina que la nicotina en los adolescentes induce a un estado parecido a la depresión caracterizado por una carencia de placer y aumento la sensibilidad en el futuro.

Se trata de un descubrimiento "único" ya que es el primer informe que se realiza que demuestra "que el consumo de nicotina en edades tempranas puede tener consecuencias neurobiológicas a largo plazo, como, por ejemplo, desórdenes de humor" dijo Bolaños.

Algunos animales de nuestro estudio fueron expuestos a la nicotina una sola vez
Los investigadores han llegado a esta conclusión tras inyectar nicotina a un grupo de ratas adolescentes dos veces al día, mientras que a otro grupo le administraron la misma dosis de salina, a ambos durante 15 días.

Después de este período de tratamiento se sometió a los animales a varios experimentos diseñados para averiguar como reaccionarían a situaciones agotadoras y como responderían tras ofrecerles una recompensas. De este modo, los expertos encontraron cambios conductuales sintomáticos de depresión cuando había pasado una semana desde el cese de nicotina y -lo más sorprendente- que con que la exposición a la nicotina durante la adolescencia sea de un día, ésto ya puede tener efectos duraderos.

"Algunos animales de nuestro estudio fueron expuestos a la nicotina una sola vez" afirma Bolaños en un artículo publicado en Neuropsychopharmacology, en el que también añade que para su equipo "fue sorprendente descubrir que un día solo de exposición de nicotina potencialmente podría tener tales consecuencias negativas a largo plazo".

Así, las ratas que fueron expuestas a la nicotina desarrollaron comportamientos sintomáticos de depresión y ansiedad. Los investigadores fueron capaces de aliviar los síntomas de las ratas con medicamentos antidepresivos o, irónicamente, más nicotina. De modo interesante, los roedores adultos que fueron expuestos al mismo régimen de nicotina que los adolescentes no mostraron rasgos parecidos a una depresión.


"El mensaje a la gente joven desde luego es que no fumen y hasta que ni lo intenten" apuntó Bolaños. "Si ellos deciden comenzar a fumar, deberán ser conscientes de los efectos que tiene a largo plazo y que el fumador de un cigarrillo, incluso consumido de manera ocasional, puede tener efectos sobre su sistema cerebral", dijo.
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perder peso sin perder salud
Adelgazar no es ningún milagro
En la era de la comida rápida y los excesos, las «turbodietas» se multiplican con falsas promesas de éxito inmediato. No hay atajos para el equilibrio y, a menudo, las prisas llevan justo al extremo opuesto de lo deseado, y con peajes demasiado caros

Autor:
Rosa Domínguez
Fecha de publicación:
31/1/2009
Hora:
Actualizada a las 20:48 h
Valoración de la noticia 1 , 2 , 3 , 4 , 5 , (1 votos) Envíando datos... Espere, por favor. Gracias. - + Enviar Imprimir Volver Está la dieta de la alcachofa, la de la piña, la del arroz, la zanahoria o el yogur. También la de los 150 gramos, la del triple factor, la disociada o la anticelulítica. Las hay que llevan el nombre de sus creadores, que han adquirido relevante popularidad, e incluso las que llevan sobrenombres de atractiva felicidad, como la del buen humor, o de tentadora satisfacción: si hay hasta quien promete adelgazar con regímenes tan sugerentes como el del chocolate o el helado. Son las dietas milagro, tan denostadas por los científicos como aplaudidas por la generalidad de una población que se lanza a toda velocidad a perder kilos cada vez que asoma, por ejemplo, el primer rayo de sol primaveral.
Inconsciencia, irresponsabilidad e incluso temeridad son atributos adjudicados a indicaciones alimentarias incapaces de garantizar, insisten una y otra vez los especialistas, no solo el mantenimiento de la salud, sino ni siquiera el objetivo por el que uno llega a someterse a estrictas normas de alimentación que rozan a menudo lo ridículo. Pero no es, ni mucho menos, para reírse. Con general predicamento entre muchas jovencitas y no tan jovencitas, estas dietas constituyen un peligro real cada vez más extendido. Son cientos las que se publicitan, expandidas a través de la Red o por el simple ir de boca en boca. No gozan de aval científico alguno, más bien al contrario, y los expertos ven en sus consultas los efectos perniciosos que provocan. Entre ellos, el conocido como efecto yoyó o rebote, a veces el menor de los males que se pueden derivar.
En una maquinaria tan sincronizada como el metabolismo, el desequilibrio de los requerimientos alimentarios se traduce la mayor parte de las veces en un déficit de nutrientes esenciales para el mantenimiento del organismo en sus condiciones naturales. ¿Traducción? Aparecen problemas de salud. Muchos de ellos graves e incluso algunos con auténtico compromiso vital. Junto a trastornos digestivos, la piel, por ejemplo, suele reflejar con la sequedad que algo no va demasiado bien. Aparecen mareos, intolerancia al frío, caída del pelo, dolores musculares, incluso descalcificación ósea y daños renales. La amenorrea en las mujeres cuando siguen dietas restrictivas también es bastante común, y existe otro repertorio florido de manifestaciones en función de los déficits a los que se somete el cuerpo: desde el descontrol del colesterol y los triglicéridos con el consiguiente riesgo cardiovascular, hasta el ácido úrico y los ataques de gota, e incluso arritmias cardíacas a veces intratables. En paralelo, por supuesto, están las manifestaciones que se perciben en el comportamiento: la efectos colaterales: ansiedad, irritabilidad, insomnio, incluso depresión.
Estas formas anómalas de comer, ya sea con un alimento como protagonista, ya sea con regímenes de bajo valor calórico, hipoenergéticas, pobres en hidratos de carbono o ricas en grasas, suelen ir asociadas, además, a mitos que han logrado enquistarse, no sin riesgos, como repiten los médicos, en el credo popular: que si los hidratos de carbono, el agua, las vitaminas, la fruta después de comer engordan, y no los alimentos integrales, los light... que si es bueno saltarse comidas o si está prohibidísimo tomar juntos determinados productos, generalmente hidratos de carbono y proteínas. Aunque proliferan, sobre todo con el calor, las dietas milagro se pueden dividir en tres grandes grupos: hipocalóricas, disociadas y excluyentes.
Las primeras se basan en la restricción poca cantidad de una selección de alimentos. «Toma la mitad» es el nombre de una de ellas, incluida en un grupo junto a algunas que se presentan tras nombres de prestigio, como la de la Clínica Mallo, o incluso se disfrazan con atractivas denominaciones, caso de la llamada dieta gourmet.
Mantener y predicar la falacia de que los alimentos no engordan por sí mismos, sino en función de la forma en que se combinan, es la base de la disociación en la que, erróneamente, se basan regímenes con sobrenombre de gancho, como la dieta Hollywood, que comparte grupo con otras también conocidas, como la Montignac. No tienen sustento científico, aseguran los especialistas, pero sí están comprobados los muchos y graves daños que pueden ocasionar en el organismo.
En los regímenes excluyentes, como el bautizado dieta del astronauta, la propia palabra lo indica y el criterio que se sigue es eliminar de la ingesta un determinado grupo de nutrientes. Los riesgos siguen presentes y las posibilidades de terminar en abandono y posterior recuperación de más kilos de los perdidos, también.
El sentido común recomienda seguir el consejo médico y acudir al asesoramiento de los expertos para conocer los requerimientos nutricionales en función de la edad, el sexo, la talla y la actividad que se desarrolla. Los niños en plena etapa de crecimiento necesitan por encima de 3.000 calorías, 4.000 aquellos que desarrollen trabajos con elevado desgaste físico, 2.500 un varón con un empleo sedentario, 2.000 si se trata de una mujer oficinista... y si se necesita rebajar sobrepeso, toda dieta debe repartir los grupos de alimentos, de modo que el 55% ha de ingerirse en hidratos de carbono (pan, patatas...) el 15% en proteínas (carnes y pescados), y del orden del 20% grasas, huyendo de las animales.
No basta con alcanzar el peso ideal y no sobrepasar los índice de grasa recomendados, 20% en varones y 30% en mujeres. Es necesario, básicamente, mantenerse dentro de los parámetros saludables. Solo así se logrará evitar la amenaza de la que comienzan a escucharse serias advertencias: estamos criando la primera generación que vivirá menos que sus padres.
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