Se incumple la mayoría de las leyes autonómicas sobre el control de la venta, admite la delegada del plan sobre drogas.
Nuria Espí y Manuel Sanchís, asesor de la Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, en Santander.
La delegada del Gobierno para el plan nacional sobre drogas, Nuria Espí, planteó ayer el establecimiento de una asignatura específica sobre hábitos de conducta saludable desde los 6 años (primer curso de Primaria), acordada con el Ministerio de Educación, que sirva para la prevención del consumo de alcohol entre menores.
La nueva actitud ante el alcohol no vendrá de las generaciones anteriores, sino de las que se están formando hoy, con un cambio de mentalidad como ocurre ya con los menores que dicen a sus padres que no fumen, explicó Espí en el encuentro «Alcohol y menores» de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). En el marco de una comparecencia ante los medios de comunicación, la responsable del plan nacional dio la «voz de alerta» al repasar datos «intolerables» como los que indican que el 73 por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años había bebido alcohol alguna vez en los doce meses anteriores a una encuesta realizada en 2008.
Nuria Espí señaló como «lagunas» en la prevención del consumo de alcohol entre los menores el hecho de que «no se está cumpliendo» la mayoría de leyes autonómicas referidas al control de la venta. Una tarea que suele corresponder a las policías locales, con sus propias competencias, matizó Espí, quien apostó por «repensar los marcos normativos».
Asturias es, en el momento actual, la única comunidad autónoma española que tiene fijada en 16 años la edad a partir de la cual está permitida la venta de bebidas alcohólicas. En el resto de las regiones, el umbral está situado en los 18 años. El consejero de Salud saliente, Ramón Quirós, rechazó igualar Asturias al resto de España argumentando que las bebidas alcohólicas son sustancias legales y que sería «ineficaz» subir la edad para el consumo de los 16 a los 18 años porque la realidad es que los jóvenes comienzan a beber muy por debajo de los 16 años. «Retrasar la edad de inicio cuando sabemos que está en los 13 años no va a cambiar las cosas», indicó el titular de Salud.
Esta postura contrasta con la defendida por una serie de expertos asturianos en drogodependencias, quienes abogan por arbitrar medidas que reduzcan el impacto negativo del alcohol entre los jóvenes.
Nuria Espí admite que ha «fallado» la prevención. «Decir simplemente "no bebas" es como tirar el dinero, hay que incidir más en las pautas de consumo», agregó.
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