Muchas veces son las ganas de “experimentar” nuevas sensaciones lo que lleva a realizar conductas de riesgo que pueden poner en riesgo la salud. Experimentar no tiene que ser intrínsecamente malo pero cuando eso implica un posible grave daño para nosotros deberíamos de valorar el riesgo de realizar esa conducta aunque las sensaciones “placenteras” o “eufóricas” sean tentadoras. Hay que tener en cuenta que este tipo de actitudes y su reflejo en los medios de comunicación y en el “boca a boca” tienden a ser imitadas multiplicándose. En conclusión hay que evitar lo que puede poner en potencial riesgo nuestra salud.
El consumo del llamado ‘gas de la risa’ entre adolescentes de Oviedo alerta a la Policía Nacional.
Son consumidos principalmente por adolescentes y los que los han probado aseguran que “te ríes y alucinas”, pero lo cierto es que sus efectos duran mucho más de lo que sus usuarios imaginan y pueden llegar a ser mortales. Los ya conocidos como Globos de la risa provocan secuelas permanentes en quienes los consumen con asiduidad. Por ello, la Policía Nacional ya ha alertado de los riesgos de la nueva droga de moda, que es especialmente famosa entre los menores de edad, en la franja que va de los 14 a los 18 años.
Se trata de una tendencia entre los jóvenes de la región que fue detectada en Oviedo por la Policía Local hace semanas y que ya ha sido vista en locales de hostelería de otros puntos de la región, lo que originó que la Fiscalía Especial Antidroga del Principado de Asturias se interesara por la práctica que lleva más de un año instalada en el ocio de fin de semana.
N2O: El gas de la risa Los globos de la risa se inflan con Óxido Nitroso (N2O), el llamado gas de la risa, que hace que quien lo consume experimente una sensación similar a la de una gran ingesta de alcohol de forma inminente. Los efectos son, según la policía, “una sensación de bienestar y alegría” con brotes de euforia y trastornos psicodislépticos (alucinógenos) que duran, como mucho un minuto.
A pesar de los efectos aparentemente inofensivos de su aspiración esporádica, la fiscalía solicitó un informe a la Inspección Farmacéutica de la Delegación del Gobierno del Principado de Asturias y al Instituto de Medicina Legal sobre el peligro que podía conllevar para la salud pública, especialmente en menores, esta forma de consumo del gas.
Los especialistas consultados por la fiscalía revelaron que se trata de un depresor del sistema nervioso central, como ocurre con otros productos químicos inhalantes más conocidos, como el pegamento o los disolventes. En caso de sobre dosificación, explican, las consecuencias son el riesgo de cianosis y la hipoxia, debido a la privación de oxígeno en el organismo. La cianosis es la coloración azulada de la piel por falta de oxígeno que podría verse primero en los labios o dedos de manos y pies de quien inhala el Óxido Nitroso y lo aguanta mucho tiempo en los pulmones. La hipoxia, por otro lado, también es conocida como el mal de altura y suele causar náuseas, mareos, pérdida del conocimiento e, incluso, el coma.
Debido a la corta duración de los efectos de cada globo el consumidor puede querer reproducir lo sentido de forma inmediata, aumentando las probabilidades sufrir las penosas consecuencias.
El N2O, en pequeñas cantidades, se utiliza como anestésico para operaciones cortas, como las que se pueden lleva a cabo en una consulta de odontología, pero su aparentemente repentino aterrizaje en el mercado del ocio llegó de la mano de la gastronomía. En repostería es común su uso con un sifón y las cápsulas de este gas, que actúan como agente espumante para cremas batidas, por ello el hecho de que se vean en un local hostelero no constituye, en sí mismo algo ilegal. No obstante, el etiquetado de las cajas de esas cápsulas sí advierte de que “Nunca debe respirarse su contenido. Un uso indebido puede perjudicar la salud”.
Algunos de los argumentos que esgrimen quienes los proporcionaban es que un sifón y un globo lleno de gas es inofensivo, que los globos no se vendían para que la gente los inhalara, por lo que el uso que los clientes hicieran de ellos no era responsabilidad suya.
A pesar de todo se trata de una actitud susceptible de ser considerada como un delito contra la salud pública por la fiscalía, como ya ha ocurrido en Ibiza, donde ya ha habido detenidos y cada globo alcanzaba un valor en el mercado de unos cinco euros. En los locales inspeccionados en Oviedo se identificaron un total de diez establecimientos que llevaban a cabo la práctica, aunque solo se probó la venta en cinco de ellos.
Los estudios posteriores determinaron que habían sido consumidas en esos cinco locales un mínimo de 20.232 cápsulas y fueron intervenidas 3.561 sin consumir. El precio que rondaba cada globo en el mercado ovetense era de unos dos o tres euros y era normal verlos también por la noche en las zonas de movida nocturna del centro de la ciudad.
Modas peligrosas La tendencia ya se percibe como un método fácil y barato para drogarse y se une a otras técnicas menos conocidas en España, como beber vodka por el ojo -de importación estadounidense- para que pase directamente al torrente sanguíneo, con las consecuencias que dicha práctica conlleva para la salud.
Internet hace que en estos casos las modas se expandan como la pólvora y es fácil encontrar ya consejos y vídeos supuestamente efectivos para evitar los síntomas más preocupantes, en un intento por controlar situaciones fuera de todo control.
Fuente: http://www.lavozdeasturias.es/asturias/oviedo/globos-estallan-fiesta_0_522547764.html
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