La investigación comparó muestras de aguas residuales de 19 ciudades
Valencia está en el grupo de cabeza del consumo de cocaína
A pesar de que los últimos indicadores apuntan a que el consumo de cocaína se ha estabilizado, un trabajo internacional ha vuelto a incidir en el lugar destacado que ocupa España (y de forma especialmente relevante, Valencia) en el uso de esta sustancia. El estudio, que ha analizado las aguas residuales de 19 ciudades Europeas, muestra que Amberes, Amsterdam, Valencia, Eindhoven y Barcelona están a la cabeza en restos de coca fluyendo por las tuberías del subsuelo de sus barrios. Frente al método tradicional de las encuestas o las estimaciones derivadas del mayor o menor número de alijos intervenidos, cada vez son más frecuentes los métodos que tratan de medir el consumo de drogas a través de la detección de estas sustancias en las aguas subterráneas, o incluso en el aire, a través de las estaciones de calidad atmosférica (el CSIC realizó un estudio piloto de este tipo en 2009).
En este caso, el trabajo —realizado en una semana de marzo de 2011— se centró en localizar biomarcadores (metabolitos en los que se transforma en el cuerpo la droga y que se expulsan por la orina) disueltos en el agua que llegaba a las depuradoras de Amberes y Bruselas (Bélgica); Budweis (Chequia); Barcelona, Castellón, Santiago y Valencia; Helsinki y Turku (Finlandia); París; Londres; Zagreb (Croacia); Milan; Amsterdam, Eindhoven y Utrecht (Holanda); Oslo (Noruega); Estocolmo y Umea (Suecia).
El estudio, en el que han participado 11 universidades y que se ha publicado en la revista Science of the Total Environment muestra a España ocupando una “posición estelar” en referencia al consumo de cocaína, expresado en 1.000 miligramos por 100.000 habitantes, como relata Yolanda Picó, profesora de la Universitat de València y coautora del trabajo. Además de destacar a ciudades como Valencia o Barcelona en primera línea europea, El consumo de Castellón está a la par de París, Milán o Bruselas. En el extremo opuesto se encuentran Noruega, Suecia, Finlandia, la República Checa, Francia y Holanda.
El artículo también hace referencia a la alta prevalencia del consumo de cannabis en España, por detrás de Holanda. En este caso, destaca Picó, se han encontrado con alguna sorpresa que no esperaban. Al contrario de lo que sucede con la cocaína, más abundante cuanto mayor es la población de la ciudad analizada, Santiago de Compostela y Castellón muestran niveles elevados; por debajo de Barcelona pero muy por encima de Valencia. En esta ciudad, “los restos encontrados de THC [ácido tetra-hidroxi-cannabinol, el principal metabolito de la marihuana] han sido muy inferiores a los esperables, en función de los datos de prevalencia existentes”, añade.
Al contrario de lo que sucede con la cocaína, el consumo de metanfetamina, anfetamina o éxtasis, es menos relevante en España que en otras zonas de Europa.
Fuente: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/07/26/valencia/1343300621_859654.html