El centro atiende a unas 650 personas al año por consumo abusivo de alcohol, ludopatías o adicción a drogas como la heroína o la cocaína.
Ourensanos con problemas severos de adicción al cannabis y un efecto pernicioso en su actividad diaria. Una treintena de jóvenes, la mayoría menores, de Ourense acude a la Unidad de Conductas Adictivas de Ourense para deshabituarse de la marihuana y el hachís.
Acuden por la presión de la familia o por iniciativa, en algunos casos, de la Fiscalía de Menores. "Son chavales que fuman entre cinco y diez porros al día y están sumidos en una problemática importante", resume Gerardo Flórez, médico especializado en Psiquiatría y coordinador del centro asistencial que tiene sus instalaciones en el Hospital Santa María Nai.
La unidad, en funcionamiento desde comienzos de 2008, cuando fue la primera de su género en Galicia, ha constatado un incremento de la demanda de jóvenes enganchados a los porros que buscan dejar atrás esa adicción.
Además, unas 650 personas reciben tratamiento al año por consumo abusivo de alcohol, por adicciones al juego, o por estar atrapados en la espiral de las drogas como la heroína o la cocaína, donde, según Flórez, "afortunadamente la demanda se ha mantenido y no ha ido a más". El servicio fue concebido para dar respuesta, de igual modo, a al tabaquismo, la adicción a internet o al teléfono móvil.
Tratamientos.
Los profesionales del centro, integrado en las instalaciones del Complexo Hospitalario de Ourense aunque dependiente de la Concellería de Sanidade del Concello de Ourense, se encargan de realizar un tratamiento ambulatorio, procurando la desintoxicación mediante el uso de medicamentos y la finalidad de deshabituar al consumidor, combinado tratamiento farmacológico con apoyo psicológico, de manera individualizada para cada usuario. En determinados casos, los más graves, se producen derivaciones para ingresos hospitalarios.
Asimismo, el centro asistencial no es impermeable y trabaja en coordinación con los servicios sociales del Concello puesto que, tal y como recuerda el responsable de la unidad, Gerardo Flórez, "el entorno social importa y puede dificultar mucho" en la pretendida labor de dejar atrás una situación de adicción. Según este psiquiatra, el apoyo social es tanto más importante "cuanto más grave sea la adicción, o en los casos de policonsumidores".
La unidad de conductas adictivas está emplazada en las antiguas dependencias que ocupaba el servicio de Urgencias en el Hospital Santa María Nai. El servicio cuenta con más de una decena de consultas, archivo para historias clínicas, área administrativa, salas de espera, así como zonas de reuniones de educadores sociales.
La Unidad de Conductas Adictivas tiene sus instalaciones en el Hospital Santa María Nai. Foto: Iñaki Osorio.
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