En esta noticia del suplemento de SALUD de EL MUNDO hace referencia a un tema que me viene preocupando desde hace tiempo, y es la relación entre el consumo de bebidas energéticas y alcohol. Un reciente artículo aparecido en “Alcoholism: Clinical & Experimental Research” hace referencia a un estudio realizado sobre la relación de bebidas energéticas y alcohol.
El consumo de bebidas energéticas con alcohol se ha popularizado entre las personas jóvenes. Uno de los riesgos de esta combinación es que los efectos estimulantes de estas bebidas enmascaran la sensación de embriaguez del alcohol, con lo cual el consumo de alcohol es mayor y la probabilidad de generar una dependencia al mismo también.
Últimamente viene siendo habitual observar como los adolescentes consumen este tipo de bebidas por semana y a horas tempranas, por la mañana, yo al menos lo vengo observando en los descansos de los centros educativos. Por el momento, la venta de este tipo de bebidas es libre pero se debería de abrir un debate sobre si se debería de regular o de informar sobre su uso excesivo. En algunos casos hay una cierta permisividad en el consumo de este tipo de bebidas por parte de las familias en adolescentes jóvenes.
Es interesante la reflexión que hace el blog: healthkicker sobre si la venta y consumo de este tipo de bebidas deberían de tener algún tipo de restricción en cuanto la edad. Ver: Should Energy Drinks Have an Age Restriction?http://www.healthkicker.com/707320282/should-energy-drinks-have-an-age-restriction/
Otro interesante documento es el informe: Alcohol, Energy Drinks, and Youth: A Dangerous Mix.http://www.marininstitute.org/alcopops/energy_drink_report.htm
Este informe en una de sus conclusiones dice: “La combinación de alcohol y cafeína es potencialmente dañino”.
La investigación disponible sugiere que las bebidas energéticas y el alcohol crean una mezcla peligrosa. En cambio tanto las empresas de la industria del alcohol no alertan a los usuarios de la posibilidad de valorar erronamente el nivel de intoxicación alcohólica y, en cambio, sugieren que las bebidas enegéticas aumentan la energía y el estado de alerta.
La industria promueve su uso, precisamente en circunstancias que pueden dar lugar a daños relacionados con el alcohol: en la conducción de vehículos, una mejora de las relaciones sexuales, y la violencia en ambientes de fiesta nocturna.
Simplemente es que “el efecto es un mayor nivel de conciencia. Una persona recibirá el mismo efecto alcohólico que cualquier tipo de bebida alcohólica. La diferencia es que esa personas parecerá más alterta y despierta”.
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