Veo en la calle un anuncio que bajo el mismo nombre del programa Noitebus anuncia rutas nocturnas a las zonas de marcha. El programa Noitebús nació como alternativa a coger el coche particular para desplazarse a zonas de marcha y evitar así los accidentes de tráfico que se podrían ocasionar al coger el coche bajo los efectos del alcohol. Hay muchas personas que defendieron esa medida como algo efectivo para evitar dichos accidentes.
Lo que primero habría que tener en consideración es la edad de las personas usuarias del Noitebús, en su mayoría adolescentes que aprovechaban el servicio para desplazarse a otras zonas donde había más movida. Y con la “excusa” de los horarios del servicio de buses volver a sus casas más tarde de lo habitual.
En su día hubo Concellos (ayuntamientos o municipios) que se quejaron porque muchas personas aprovechaban el Noitebús para desplazarse y hacer botellón en sus ayuntamientos, lo cual no estaba exento de peleas, destrozos en el mobiliario urbano y episodios de embriaguez entre personas jóvenes.
El caso más conocido fueron las críticas hechas por el Concello de Sanxenxo: “Sanxenxo arremete contra el Noitebús por fomentar el consumo de alcohol”
Volviendo al perfil de los usuarios y teniendo en cuenta que muchos no superaban los 18 años de edad, no podía ser una alternativa al uso del coche sino una facilidad para desplazarse a zonas de ocio en donde ocio y consumo de alcohol estaban asociados. Además aquellos que acaban de sacar el carnet y que disponen de un coche rara vez lo dejan en el garaje para coger el Noitebús, aunque también hubo algún caso todo hay que decirlo.
Todas aquellas medidas para reducir los accidentes de tráfico son buenas pero siempre y cuando no causen un daño mayor. No se puede pretender que no haya accidentes de coche pero permanecer impasibles ante la alcohilización de una parte de la sociedad.
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