He seleccionado 3 noticias de la alerta de google sobre botellón que me llega al email, porque son significativas de lo que sucede en la mayoría de los pueblos cuando llega el verano con respecto al consumo de alcohol.
Una se refiere a la existencia de los buses nocturnos, los cuales nadie niega que sean una medida eficaz para reducir los accidentes de tráfico ocasionados muchas veces por los jóvenes que se desplazan a las zonas de movida, al no tener necesidad de utilizar su vehículo propio, pero que tienen otro efecto colateral y es el traslado en masa de jóvenes a zonas de movida a salir de fiesta y por añadidura a beber alcohol y desfasar, razón de esta noticia acaecida en Baiona. Donde los vecinos protestan sobre los incidentes ocasionados en la zona de movida y los responsables piden más frecuencia de buses para que las personas que acudan a los botellones que se organicen tengas más posibilidades de ir y venir sin tener que esperar hasta altas horas de la madrugada a volver a sus casas.
Otra noticia, es la ya clásica del estado de la vía pública y lugares de concentración de botellón y cuál es su estado lamentable al día siguiente después del mismo. Ya al poco civismo que generalmente acompaña a estas concentraciones de jóvenes se une la cantidad de basura y destrozos en el mobiliario urbano que se genera.
Y luego, las fiestas populares y el fenómeno de las peñas, que como dice la noticia se han convertido en macro-botellones. Yo quiero entender la filosofía de las fiestas patronales y populares, están bien porque es un espacio de encuentro para los vecinos, pasarlo bien y echarse unos bailes. Pero sacando el detalles que todas están cortadas por el mismo patrón (bombas de palenque, alboradas, sesión vermut y orquestas), y hasta creo que la parte más popular se está perdiendo. En muchas como dice la noticia solo se ha convertido en una excusa más para realizar otro botellón.
Copio literalmente algunas frases de la noticia:
“El espectáculo que se está dando -subrayó- es el de botellón puro y duro y nosotros no podemos trabajar, ya no solo en las terrazas, sino en los locales, porque la gente no puede llegar por las aglomeraciones”
Destaca también la juventud de los integrantes de algunas peñas. “Había una de niños de 9 años, y varias de 14 y 15”
“Tenemos gente de Barcelona y de Madrid, también muchos franceses, que nos preguntan cómo se puede consentir esta situación, que tenemos una ciudad preciosa, con una gastronomía deliciosa y una gran atención, y no entienden cómo se puede permitir. La imagen que se llevan es lamentable”
“Nos afecta negativamente -dijo- a todos, aunque a unos más que a otros. Los clientes mayores no vienen porque ven la movida de los chicos tirándose el vino, bebiendo y orinando en las calles, que es terrible. El olor era insoportable”
Como dice una propietaria de un establecimiento: “... Llevamos años aguantando y es hora de decir ¡basta!”
Como conclusiones se puede decir que mientras tengamos recortes en programas de intervención y de educación estos fenómenos lejos de desaparecer van a ir en aumento. Además de la mayor falta de educación de muchos participantes en estos botellones que no entienden que los espacios públicos son de todos y que su salud mayoritariamente es suya.
Fuente de las noticias:
Baiona insta a la Xunta a controlar el bus nocturno para minimizar el botellón. http://www.farodevigo.es/comarcas/2011/08/09/baiona-insta-xunta-controlar-bus-nocturno-minimizar-botellon/570009.html
Los efectos del botellón tardan dos días en desaparecer del parque Taurino. http://www.priegodigital.com/ver.php?categoria=102&id_noticia=5202
Los hostelero quieren que se acote la movida de peñas. http://www.lavozdegalicia.es/pontevedra/2011/08/09/0003_201108P9C5996.htm
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