Fue una madre de 62 años la que, buscando marihuana para su hija aquejada de un cáncer de pecho, colmó el vaso de la paciencia de Pedro. Situada en frente del hospital madrileño Gregorio Marañón, su 'Grow Shop'; parecía más un consultorio de oncología que una tienda de productos derivados o útiles para el consumo de cannabis. Raro era el día que no pasara algún paciente aquejado de cáncer o un familiar preguntando por paliativos derivados de la marihuana que le ayudaran a pasar mejor la enfermedad. Tras tres años de deliberaciones y consultas legales, Pedro Pérez se convirtió en el presidente de La Santa le Club, una asociación cuyos fines son tanto activistas como solidarios.
El nacimiento, según Pedro, se produjo por la vocación de ayudar a los enfermos; pero con el paso de los meses esta asociación ha tomado también como bandera la que ha enarbolado Pedro durante los últimos 20 años: "conseguir un cambio". Dice el presidente que no busca una "legalización de la marihuana si no una normalización sin necesidad de cambiar las leyes". Ayudado por la abogada Helena Echeverri, Pedro dice haber conseguido una asociación "alegal". "Hoy en día no existe ninguna ley que ampare las asociaciones de consumidores de estupefacientes", comentaba la propia Echeverri. No obstante, la Justicia no piensa lo mismo.
El pasado 22 de marzo, la policía realizó una redada en La Santa le Club que terminó con Pedro detenido durante tres días. Se le imputa un delito contra la salud pública. Y es que en La Santa le Club se permite la compra de marihuana por seis euros el gramo. Eso sí, sólo es a socios y para, 'teóricamente', el consumo en el interior del local. Un estatus, el de socio, que tiene dos categorías: lúdicos y terapéuticos. Los lúdicos deben pagar 10 euros mensuales para seguir manteniendo los gastos de la asociaciónya que no tiene ánimo de lucro. Unos socios a los que se les realiza una entrevista previa y cuya edad media es de 34 años según Pedro Pérez. De momento, son poco más de 100 y Pedro ha establecido un máximo de 250.
El artículo 368 del Código Penal impone una pena de prisión de 1 a 3 años a personas que promuevan, favorezcan o faciliten el consumo de estupefacientes. Dice Helena que no es el caso de este club ya que "todo se desarrolla estrictamente entre los socios". No obstante,Pedro está a la espera de vista oral y es probable que otra detención podría dar con sus huesos en la cárcel. El presidente de la asociación no se arredra y no quiere abandonar una lucha para la que dice la sociedad está por delante de la ley. Su 'Biblia' es el último informe de la Comisión Internacional en Política de Drogas donde líderes mundiales como Kofi Annan o Paul Volcker favorecen una suavización de la legislación sobre los estupefacientes. 'La guerra contra las drogas está perdida', comienza ese informe.
Tras esa aseveración, el presidente de La Santa Le club pide que la política de un giro en el tratamiento a las drogas. "Que prueben cinco años y que si no funciona vuelvan a lo que ya conocen", concede el damnificado. Alejado de la lucha de la población catalana de Rasquera quien planteó un referéndum para plantar marihuana en territorio municipal como plan anticrisis, Pedro cree que no es momento de ir tan lejos pero si de reiniciar un debate sobre un producto que tiene más efectos beneficiosos que perniciosos. "Una política férrea contra la droga - recuerda Pedro - es la que produce 45.000 muertos anuales en México en la lucha contra los cárteles".
Fuente: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/latrinchera/2012/04/17/club-de-marihuana-alegal.html
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