Gente fumando

Yo siempre digo que una buena apreciación de como está el estado de las cosas es observar en la calle una determinada situación. Hoy con motivo de la Semana Santa me he parado a observar la gente que pasaba fumando por la calle y me ha sorprendido la cantidad de personas que paseaban por la calle con un pitillo en la boca. Tal vez haya sido debido a la Ley Antitabaco (mal llamada así) que hizo que se visibilizase más a los fumadores en la calle. Menos mal que aún después de todo se mantiene la norma tal y como está y no hay modificaciones ya que ha sido una conquista social el hecho que los no fumadores podamos estar tomando algo sin necesidad de tragarnos el humo del tabaco de otras personas.

Por otro lado, lo que he observado es que se ha democratizado en todos los grupos de edad el consumo de tabaco, desde gente joven (no muy joven todo hay que decirlo pero era un día normal por la calle) hasta personas mayores, sobre todo mujeres. Y hay un detalle que me llama la atención es cada vez más la existencia de padres jóvenes fumadores que fuman encima del carrito de sus bebés, como si la futura salud de sus hijos no les importase en lo más mínimo. Me imagino que en sus casas tendrán la misma actitud y tampoco se cortarán lo más mínimo en encender un pitillo en la sala o en la cocina delante de ellos.

Con la que está cayendo de crisis económica que afecta queramos o no a la economía familiar como puede alguien soportar un gasto diario de alrededor de 5 euros en tabaco. Es algo que nunca me ha entrado en la cabeza, máxime viendo hoy la cantidad de gente que iba fumando por la calle. Con la consiguiente molestia que en la aglomeración de personas se te sitúe a tu lado una persona fumando.

Creo que no hemos aprendido nada, ya no solo a nivel de economía doméstica (el tabaco es un gasto innecesario) sino a nivel de salud (el tabaco es un factor de riesgo demostrado en múltiples enfermedades). Incluso hay un local habilitado como club de fumadores que la verdad me dan ganas de llenarlo de pegatinas como “club de futuros enfermos”.

¿Qué pasará con todas estas personas el día de mañana que hoy voluntariamente fuman y que en un futuro no muy lejano posiblemente padezcan las consecuencias del tabaco?