La psiquiatra Susana Calero es una de las profesionales que integra el nuevo equipo especializado de Ludopatía y Adicciones comportamentales que presentó el IplyC.
Calero se desempeñó 46 años en un hospital general de Agudos trabajando con el Ministerio de Salud de la Nación. Se jubiló hace dos años. Perteneció a la red metropolitana del servicio de adicciones y creó el primer servicio de asistencia de adicciones ambulatorias y hospital de día, en ese servicio comenzó hace más de 15 años a atender la problemática de juego patológico y de cesación tabáquica.
Debido a su trayectoria está trabajando en el programa del Iplyc sobre Ludopatía y adicciones comportamentales. "En este momento el nuevo equipo de profesionales ha estado desarrollando un programa y una capacitación sobre la tarea de prevención de las distintas adicciones y armando este programa que hoy se ha presentado para trabajar en prevención, no sólo hablando al que ya tiene el problema o llegando a los jóvenes que creemos que tienen el problema aunque los adultos también tienen alcohol y droga, pero empezar a trabajar desde otro tipo de enfoque de prevención dentro de la familia y más que de prevención de cambio de conducta dentro de la familia, porque hoy no tenemos comunicación, no tenemos establecimiento de pautas, creemos que el límite lo está poniendo el joven y el niño dentro de las casas, esto lo tenemos que cambiar aunque parezca de la época vieja donde los padres determinaban conductas en sus hogares, pero si hoy no volvemos a ciertas pautas anteriores las familias nos dicen ya no puedo, se nos va de las manos y lo que queremos es darles a las familias la posibilidad de no reprimir sino para contener y unirse las manos para trabajar juntos con todos los integrantes de la familia", explicó la profesional.
Reconoció que hay gente que sus planes sociales los invierte "no sólo en juegos, sino en cosas personales, en bebida, en drogas, porque dentro de la familia tenemos que tener claro que el ejemplo es básico para los jóvenes, si tengo padres que fumen o jueguen, beben tenemos un modelo que además requiere de una vulnerabilidad y el hecho de tener una personalidad que me permita entrar en la adicción, esto va hacer muy importante para que esos ejemplos refuercen el problema del individuo que entrará en adicción".
La especialista explicó que lo que generalmente genera esas adicciones tiene que ver con el estado de angustia, soledad y la falta de acompañamiento. “La falta del otro, hace que yo al otro lo convierta en el vaso y me agarre de ese vaso de alcohol, o lo convierta en un cigarrillo de tabaco o alguna sustancia ingerida por algún medio, y también puedo estar cubriendo un espacio de soledad en una sala de juegos”.
"Hay salas de juegos en casas particulares"
Asimismo señaló que la sala de juegos no solamente está en los casinos sino en las casas particulares donde se generan juegos de póquer bajo apuestas. “Hoy en la asistencia me está preocupando mucho en los muy jóvenes, las mesas de póquer que se arman en las casas privadas. Ni si quiera estoy hablando del juego clandestino sino el juego dentro de las casas particulares. Hasta los chicos de nivel primario salen de la escuela, se reúnen a jugar a las cartas y apuestan el poco dinero que llevan. Y después en el otro polo, la tercera edad. Los adultos mayores están solos porque los hijos están muy ocupados, los nietos ya están grandes y no recurren a la casa de los abuelos, y esos abuelos solos encuentran hasta en los centros de jubilados el armado de un bingo para entretenerlos” agregó y consideró que una persona que no tiene mucho tiempo ni mucho espacio de soledad, que no necesita cubrirse con ese lugar para llenar el vacío, seguramente será un jugador. “Podrá llegar a ser jugador ocasional o habitual si va una vez por semana, pero nunca va a comprometer el patrimonio económico que afecte a su familia”.
Cómo los beneficiarios usan el dinero de los planes sociales
Por otro lado, Calero se refirió a los beneficiarios de lo planes sociales y cuestionó si esos subsidios se destinan a cubrir las necesidades básicas o a entrar en el círculo vicioso del consumo. “¿Lo usan todo para educación, para salud, para comida o están entrando en una sociedad de consumo que no es solo la maquinita de juegos? Estoy entrando en una sociedad de consumo donde si no tenés celular, no pertenecés y entonces lo estoy gastando en un celular. Y si el que tengo no tiene Internet y no es nuevo, me tengo que comprar otro y compro otro para todos porque las cuotas me permiten con el plan que tengo. Entonces creo que tenemos que ver, hacer una educación básica de la familia y de toda la comunidad para ver cómo una sociedad de consumo nos está llevando a muchas cosas”.
Además habló respecto al uso desmedido de las consolas de videojuegos e Internet. “Los chiquitos de tres o cuatro años son la excusa para comprar la Play, no la pidieron porque ni saben que existe, pero el papá que quería la Play se la compra al nene y después juegan los grandes. Pero el nene también está metido en estos juegos, entonces miremos todas las cosas. No hay duda que a mayor oferta, mayor posibilidad de demanda, pero para la demanda necesito tener otras bases para que a mí me interese esto”, advirtió y agregó “en cuanto a Internet, tiene otros elementos de riesgo además de la apuesta como el meterse en redes, entrar a una cadena donde informo todo y todos los que pueden ingresar lo saben, y yo desconozco la identidad del otro porque se puede falsear la identidad. Y ahí es donde después tenemos chicos que desaparecen y tenemos algunos mayores que ingresan en esto realmente con patologías bastante serias, y después vemos lo que pasa en las noticias, lo cual nos indica que sucede por un uso desmedido, descontrolado”.
En ese sentido la especialista recomendó delimitar los momentos de uso, qué se puede mirar cuánto y en qué horario. “Como se hacía con la televisión, porque hasta los dibujitos animados pueden llevar a generar chicos violentos. Y no como está pasando hoy con los adolescentes que llega la única comida que a veces puede compartir la familia, que es la cena, y en ese momento están enchufados en la computadora y el horario de la comida la terminan haciendo los padres solos” dijo.
Finalmente remarcó “yo creo que desde todos los ámbitos ese control lo tenemos que tener, recuperar el núcleo familiar y la puesta de límites en el cuánto y en el dónde. Nada es malo, el problema es la intensidad y la frecuencia, eso mismo pasa con un juego en un casino”.
Fuente: http://ht.ly/iJnND
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