Permiso para beber.

Este fin de año además de las fiestas en los típicos garajes de amigos y en discotecas se extiende la moda de ponerse de acuerdo varios locales de hostelería en hacer un pase o bono para acceder a los locales y así no estar toda la noche en un mismo sitio. Generalmente son locales de una misma zona y que están próximos, así de alguna manera se benefician todos al circular las personas que pasan el fin de año de un local a otro.

Leo, como todo el mundo veríamos, que salta la noticia que en tres de esos locales después de haber vendido las entradas no dejan entrar aquellas personas menores de edad. Algo lógico pues en el interior de los locales se venden bebidas alcohólicas y los menores de edad tienen prohibido su consumo. No es cuestión que nos rasguemos las vestiduras porque sabemos que la noche de fin de año es esperada por muchos adolescentes, sobre todo de 16 años en adelante para salir y… pasarlo bien. Pero lo que más me llama la atención es la foto que acompaña la noticia y la aclaración que hace una de las “afectadas” por dicho suceso y es que según la misma (y es más de un caso) disponían de una autorización para entrar en el local y beber firmada por sus padres.

Evidementemente, tiene todas las posibilidades que sea una “autorización falsa” hecha ad-hoc para acceder al local, como se falsifican los boletines de notas o las faltas de asistencia (sic, que país). Pero, con lo que te quedas la duda es que de ser cierto, sería una irresponsabilidad educativa por parte de los padres, una especie de carta blanca hacia los hijos de “haz lo que quieras” y aún encima con mi consentimiento que  yo me pongo una venda en los ojos.

Permiso para entrar y beber.

Muchos de los menores llevaban en Nochevieja un permiso de sus padres. En un blog, los organizadores insistían en que todos «tienen que tener esta autorización». En dicho papel, que para distintas fuentes carece de cualquier tipo de validez, se autorizaba al menor a «a asistir y poder consumir alcohol en los tres locales de la ruta». Varias madres indicaron que ellas solo habían autorizado la entrada.

Samuel Pousada, presidente de la Federación de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Galicia, explica que la nueva ley «fomenta el botellón al poner tantas trabas», aunque indica que un menor de 16 años puede acceder a los locales «acompañado de un mayor responsable». Una cosa es acceder al local y otra bien distinta es consumir bebidas alcohólicas.

Notas aclaratorias: la foto es la que acompaña a la edición digital de la noticia como a la edición impresa, evidentemente se ve con más calidad y ampliada en la edición impresa. El texto en negrilla se corresponde textualmente al aparecido en el texto de la noticia en la edición digital, el texto normal se corresponde a mis reflexiones y la autoría es mía. Las personas interesadas en ver la noticia completa la pueden ver en:

http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2012/01/03/0003_201201G3P26992.htm